jueves, 26 de marzo de 2009

El Anillo

"Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?".
El maestro, sin mirarlo, le dijo: “Cuanto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizás después”. Y haciendo una pausa agregó: “Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este problema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.” Encantado, maestro titubeó el joven, pero sintió que otra vez era desvalorizado, y sus necesidades postergadas.
Bien asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño y dándoselo al muchacho, agregó: “toma el caballo que está allá afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Ve y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.”
El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban la espalda y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo.
Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado, más de cien personas, y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó. Cuanto hubiera deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro, podría entonces habérsela entregado él mismo al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda.
Entró en la habitación. Maestro - dijo- lo siento, no pude conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo. Qué importante lo que dijiste, joven amigo contestó sonriente el maestro. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregunta cuánto te da por él, pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.
El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil con su lupa, lo pesó y luego le dijo: Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo. 58 MONEDAS !!!!!!!!! Exclamó el joven.
Sí -replicó el joyero- yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé… si la venta es urgente.
El joven corrió emocionado a la casa del maestro a contarle lo sucedido. Siéntate dijo el maestro después de escucharlo. Tú eres como este anillo: una joya valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño.

REFLEXIONA:
¿Con qué personaje te identificas? ¿Por qué?
¿Crees que te valoras correctamente? ¿Y los demás cómo te valoran?
¿Conoces mucha gente como la del mercado, que valora poco a las personas, porque no saben, no conocen lo suficiente? ¿Crees que tú has actuado así alguna vez?
¿Qué abundan más los “joyeros” (expertos o sabios) o los “mercaderes” (ignorantes, que valoran sin conocer las cosas)?
¿Realmente, te conoces en profundidad? ¿o crees conocerte?

lunes, 9 de marzo de 2009

LA CHIVITA Y EL LOBO

Había una vez una chivita que todas las tardes recorría la aldea de los animales, ofreciendo su ayuda a cualesquiera que la necesitara. Su amigo el caballo le decía que no valía la pena ser servicial ya que los demás eran gente oportunista y lo único que sabían hacer era aprovecharse de ella. El búho también trataba de convencerla, diciéndole que viviese su vida tranquila y no se metiese con nadie porque todos eran gente mala y egoísta, que no merecían la preocupación del prójimo.
Pero la chivita no hacía caso a los consejos de sus amigos y seguía ayudando generosamente a quien lo necesitara. Un buen día, el lobo cayó dentro de un pozo. Como no pudo salir por sus propias fuerzas se acordó de la chivita y pensó que, como ella deseaba siempre ser útil, podría ayudarlo a salir de allí. Comenzó a llamarla, pidiéndole por favor que viniese. Cuando se presentó el noble animal, el lobo le contó que había caído dentro del pozo y no podía salir. Le pidió entonces que se metiese dentro para poder subirse sobre sus hombros y quedar libre.
Incapaz de malicia y en espontánea actitud de servicio, la chivita hizo de inmediato lo que el lobo le sugería, quedando prisionera en el pozo, mientras el pillo se alejaba a toda prisa. Al rato después, el búho y el caballo escucharon gritos de la chivita pidiendo auxilio. Rápidamente se fueron al pozo. Apenas la vieron en esas condiciones, aprovecharon para reñirle a dúo, preguntándole que sacaba ella ayudando a los demás a lo que la chivita les respondió sonriendo que si ella no hubiera ayudado al lobo, ellos no tendrían la oportunidad de hacer una buena acción ayudándola ahora a ella.
REFLEXIONA:
¿Crees que la chivita actuaba bien? ¿Por qué?
¿Qué piensas sobre ser solidario?
Inventa otro final para esta historia.
¿Con qué personaje te identificas más? ¿Por qué?

sábado, 7 de marzo de 2009

1.141.952


Photo by C. Orellana


"Me posé en la rama de un pino, cerca de su tronco. Empezaba a nevar, no era la clase de nieve que hace pensar en una gran tempestad. Era como un sueño. La nieve caía suave y ligera, sin ninguna herida ni violencia. Como no tenía nada que hacer, empecé a contar los copos mientras caían sobre las ramas de mi tronco. El número exacto fue 1.141.952. Cuando cayó el siguiente copo (sin peso, como tú dices), la rama se rompió."
Dicho esto, el pajarito levantó el vuelo.
La paloma, una autoridad en la materia desde los tiempos de Noé, se paró a reflexionar y, pasados unos minutos, se dijo:
- Quizá sea sólo necesaria la colaboración de una persona más para que la solidaridad se abra camino en el mundo.

CUESTIONARIO
1. ¿Te parece adecuado el título del cuento?.
2. ¿A qué hace referencia dicho título?.
3. El copo de nieve es una metáfora. ¿Podrías explicarla?.
4. ¿Qué significa para ti la palabra solidaridad?
5. ¿Piensas que la reflexión de la paloma es la adecuada?
6. Y tú, ¿te sientes una persona solidaria?
7. ¿Podrías explicar alguna situación en la que te has sentido solidario/a?

jueves, 5 de marzo de 2009

La sopa más exquisita del mundo


En un pequeño pueblo una mujer se llevó una gran sorpresa al ver que llamaba a su puerta un extraño correctamente vestido que le pedía algo de comer.
Lo siento, dijo ella, pero ahora mismo no tengo nada en casa.
No se preocupe, dijo el extraño, tengo una piedra de sopa en mi cartera. Si usted me permitiera echarla en una olla de agua hirviendo, yo haría la sopa más exquisita del mundo.
Presa de la curiosidad, la mujer consiguió la olla y la puso al fuego. Luego les fue a contar el secreto a sus vecinas, que acudieron enseguida para ver a aquel extraño y su sopa de piedra.
El extraño dejó caer la piedra en el agua, luego probó una cucharada con verdadera delectación y exclamó:
¡Deliciosa! Lo único que necesita es unas cuantas patatas….
Yo tengo unas patatas en mi cocina, gritó una mujer.
Y en pocos minutos estaba de regresó con una gran fuente de patatas peladas que fueron derecho a la sopa. El extraño volvió a probar el brebaje.
Excelente, dijo, si tuviéramos un poco de carne, haríamos un cocido más apetitoso. Otra ama de casa salió disparada y regreso con un pedazo de carne que el extraño, tras aceptarlo, cortésmente, introdujo en el puchero. Cuando volvió a probar el caldo, puso los ojos en blanco y dijo:
¡Ah, qué sabroso! Si tuviéramos unas cuantas verduras, sería perfecto, absolutamente perfecto,…
Una de las vecinas fue corriendo hasta su casa y volvió con una cesta llena de cebollas y zanahorias. Después de introducir las verduras en el puchero, el extraño probó nuevamente la sopa y con tono autoritario, dijo: la sal. Aquí la tiene, dijo la dueña de la casa.
A continuación dio la orden: platos para todo el mundo.
La gente se apresuró a ir a sus casas en busca de platos. Algunos regresaron trayendo pan y frutas.
Luego se sentaron a disfrutar de la espléndida comida, mientras el extraño repartía abundantes raciones de su increíble sopa.
Todos se sentían extrañamente felices mientras reían, charlaban y compartían por primera vez su comida. En medio del alborozo, el extraño se escabulló silenciosamente, dejando tras de sí la milagrosa piedra que ellos podrían usar siempre que quisieran hacer las sopa más deliciosa del mundo….

REFLEXIONA:
¿ En qué consiste el “poder” de la piedra?
¿Cuántas veces has compartido cosas con otras personas? ¿Cómo te has sentido?
¿Por qué no compartimos más a menudo lo que tenemos?
¿Qué entiendes por solidaridad?
¿Qué es lo más importante que podemos compartir?

COMPASIÓN

“Andaba Sidharta por el bosque cuando oyó unos rugidos lastimeros. Escondidos en la maleza encontró un triste grupo familiar: una tigresa con sus dos cachorros. La tigresa estaba muy delgada y abatida. El año había sido muy seco y la caza escaseaba, tanto que se disponía a comerse a sus cachorros. Sidharta se conmovió con la escena. Decidió ofrecerse como alimento y sacrificarse para evitar el horror que estaba a punto de suceder. Desabrochándose la camisa mostró su pecho a la tigresa, pero esta se encontraba tan débil que fue incapaz de morderlo. Así que busco una piedra afilada y cortó una vena de su brazo. La sangre comenzó a brotar y la leona empezó a lamer su brazo. Poco a poco fue recuperando las fuerzas y pudo devorar a Sidharta.”

Cuestionario:

- ¿Si tú hubieses estado en el lugar de Sidharta, como hubiese sido tu reacción?
- Cuando contemplas algún suceso que no te gusta, ¿Cómo sueles reaccionar?
a. Juzgas lo que ocurre. Piensas y dices lo que te parece.
b. Te marchas
c. Intentas comprender lo que ocurre
d. Reaccionas para impedir que suceda.
- ¿Qué es ponerse en lugar de otro, en lugar de los demás?
- ¿Que crees que pensó y sintió Sidartha para reaccionar como lo hizo?
- ¿Que papel crees que tiene lo que pensamos y sentimos en nuestras acciones?
- ¿Por qué Sidharta no castigó a la tigresa que se disponía a devorar a sus cachorros?
- ¿En la sociedad actual como se hubiese resuelto un caso como este? Marca lo que creas:
o Se habría difundido en los medios de comunicación.
o Se habría castigado a la tigresa.
o Le hubiesen ofrecido comida.
- ¿Eres capaz de realizar un buen acto para los demás? ¿Cuando fue la última vez que sucedió? ¿Qué te motivó a hacerlo?