viernes, 30 de enero de 2009

El Lobo y el Erizo (Marruecos)

El lobo con erizo entran en una finca en un boquete debajo de la puerta y empiezan comiendo fruta. El erizo habla con el lobo, le dice tienes que comer despacio. Probemos a salir por el boquete donde entramos. El Lobo dice espera un momento para comer un poquito más. Pero el lobo come mucho y ya no puede salir por el boquete.
El lobo dice al señor erizo ¿Qué hago? y el erizo le dice al lobo que ponga su cuerpo como si estuviese muerto.
Cuando llega el jefe de la finca dice: - Gracias a Dios, el lobo está muerto y coge al lobo por el rabo y lo tira por la puerta.
Y el lobo dice al jefe:- yo no estoy muerto, muchas gracias a Diós e inicia una carrera.

Layla Benali, curso 2º de ESO. I.E.S " Jorge Guillen", Torrox

sábado, 24 de enero de 2009

El paquete de galletas


Photo by C. Orellana

Una chica estaba esperando en la sala de embarque del aeropuerto para coger su vuelo. Como le quedaba un largo rato de espera, decidió comprar un libro y un paquete de galletas. Después, buscó la sala del aeropuerto más tranquila para poder leer en paz.

Al rato, un hombre se sentó en el asiento de al lado y abrió una revista. Entre ellos sólo quedaba el paquete de galletas. Cuando ella cogió la primera galleta, el hombre también tomó una. La chica se sintió indignada, pero no dijo nada. Pensó: “ ¡ Qué cara más dura; si yo fuera más valiente, le llamaría la atención!. Cada vez que ella cogía una galleta, el hombre también comía otra. Aquello le puso tan furiosa que no conseguió concentrarse en su lectura o reaccionar. Cuando quedaba sólo una galleta, se preguntó: “¿Qué hará ahora este aprovechado?”. Entonces, el hombre partió la última galleta y dejó media para ella.

A la chica ya le pareció el colmo y se puso a resoplar de la rabia que sentía. Cerró su libro, tomó sus cosas, y se marchó a la sala de embarque a esperar allí el aviso para subir al avión.
Ya en pleno vuelo, miró dentro del bolso y, para su sorpresa, allí encontró el paquete de galletas que había comprado en el aeropuerto, ¡estaba intacto!. Sintió tanta vergüenza… ¡Había olvidado que lo tenía guardado!. Sólo entonces se dio cuenta de lo equivocada que había estado. El hombre compartió sus galletas sin sentirse indignado, nervioso o alterado. Y ya no estaba a tiempo, ni tenía posibilidad, de ofrecerle a aquella persona una explicación o a pedirle disculpas. Pero sí podía razonar sobre la forma en que ella había sacado conclusiones sobre aquel hombre de forma precipitada.

Y recordó que existen cuatro cosas que no pueden ser recuperadas:
- Una palabra, después de haberla dicho
- Una oportunidad, después de haberla perdido
- El tiempo, una vez que ha pasado

- Una piedra, después de haber sido lanzada


CUESTIONARIO

1. ¿Cuál es el tema principal de la historia?

2. ¿Por qué se enfadó tanto la protagonista de la historia con el hombre que estaba sentado junto a ella en la sala del aeropuerto?

3. ¿Cómo habrías reaccionado tú si te hubiese sucedido lo mismo?

4. ¿Cuál de los dos personajes de la historia se comportó generosamente?
5. Y tú, ¿eres una persona generosa?
6. ¿Podrías explicar lo que significa para ti ser generoso/a?

7. La protagonista de la historia sacó conclusiones precipitadas sobre el comportamiento del hombre. ¿No crees que hubiese sido mejor si ella le hubiese preguntado, en vez de callárselo todo y marcharse enfadada?
8. Imagina que lo hubiese hecho. ¿Cómo crees tú que hubiese finalizado la historia?
9. Y tú, ¿sacas conclusiones precipitadas continuamente o hablas primero de los problemas antes de actuar?
10.La protagonista recuerda cuatro cosas que no pueden ser recuperadas: una palabra, una oportunidad, el tiempo y una piedra. ¿Crees que está en lo cierto?. Razona tu respuesta.

viernes, 16 de enero de 2009

EL AMOR Y LA LOCURA

Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres.
Cuando El Aburrimiento había bostezado por tercera vez, La Locura como siempre tan loca, les propuso: ¿Vamos a jugar a las escondidas?
La Intriga levantó la ceja intrigada y La Curiosidad sin poder contenersepreguntó: ¿A las escondidas? ¿Y cómo es eso?
Es un juego, explicó La Locura, En que yo me tapo la caray comienzo a contar, desde uno a un millón mientras ustedes se esconden y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego.
El entusiasmo bailó secundado por La Euforia. La Alegría dio tantos saltos queterminó por convencer a La Duda, e incluso a La Apatía, a la que nunca leinteresaba nada. Pero no todos quisieron participar, La Verdad prefirió noesconderse. ¿Para qué? si al final siempre la hallan. La Soberbia opinó queera un juego muy tonto (En el fondo lo que le molestaba era que la idea nohubiese sido de ella) y La Cobardía prefirió no arriesgarse...
Uno, Dos, Tres...; comenzó a contar La Locura. La primera en esconderse fue LaPereza, que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino. La Fesubió al cielo y La Envidia se escondió tras la sombra del Triunfo que con supropio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.

La Generosidad casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para cada uno de sus amigos, que si ¿un lago cristalino?: Ideal para La Belleza. Que si ¿la hendija de un árbol?: Perfecto para La Timidez. Que si ¿el vuelo de una mariposa?: Lo mejor para La Voluptuosidad. Que si ¿una ráfaga de viento?: Magnífica para La Libertad. Así terminó por ocultarse en un rayito de sol.
El egoísmo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio,ventilado, cómodo... pero sólo para él.
La Mentira se escondió en el fondo de los océanos (Mentira, en realidad seescondió detrás del arco iris) y La Pasión y El Deseo en el Centro de losVolcanes.
El Olvido... se me olvidó donde se escondió... pero eso no es importante.
Cuando La Locura contaba, El Amor aún no había encontrado sitio paraesconderse, pues todo se encontraba ocupado... hasta que divisó un rosal yenternecido decidió esconderse entre sus flores.
Un millón; contó La Locura y comenzó a buscar. La primera ensalir fue La Pereza sólo a tres pasos de una piedra. Después se escuchó a La Fediscutiendo con Dios sobre Teología, y La Pasión y El Deseo los sintió en elvibrar de los volcanes. En un descuido encontró a La Envidia y claro, así pudodeducir dónde estaba El Triunfo. El Egoísmo no tuvo ni que buscarlo; Él solitosalió disparado de su escondite que había resultado ser un nido de avispas. Detanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió a La Belleza y con LaDuda resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sindecidir aún de qué lado esconderse.
Así fue encontrando a todos, El Talento entre la hierba fresca, a La Angustiaen una oscura cueva, a La Mentira detrás del arco iris... (mentira, si ellaestaba en el fondo del océano) y hasta El Olvido... que ya se le había olvidadoque estaba jugando a las escondidas, pero sólo el amor no aparecía por ningúnsitio.

La Locura buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en lacima de las montañas y cuando estaba por darse por vencida divisó un rosal y las rosas... y tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó: las espinas habían herido los ojos del Amor: La Locura no sabía qué hacer para disculparse, lloró, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo.
Desde entonces, desde que por primera vez se jugó a las escondidas en latierra... El Amor es ciego y La Locura siempre lo acompaña.


CUESTIONARIO.

1. Describe con tus palabras lo que entiendes tú por amor.
2. Escribe tres características típicas de este sentimiento.
3. ¿Estás de acuerdo con que el amor es ciego? ¿Por qué?
Cuento numero dos: El amor.
No creo que exista un tema que haya servido de mayor inspiración que el amor. El número de cuentos y relatos sobre el amor es prácticamente infinito. Sobre el amor caben muchas visiones, amor platónico, amor pasional, amor enfermizo, amor universal…De entre esta multiplicidad y diversidad de visiones he rescatado esta historia que una vez me contaron. Se supone que está basada en un hecho real, que se produce tras el terremoto que hace unos años afectó a Turquía y oeste de Irán.
Tras un gran terremoto quedan muchas victimas atrapadas entre los escombros, cada una de ellas es un drama personal cuyo final es incierto y que encierran grandes milagros y grandes infiernos.
Entre ellas se encuentra la historia de una madre que quedó atrapado en un pequeño hueco con su hijo de poco más de un año. Después de un par de días, la situación comenzó a hacerse desesperada. Ambos estaban sedientos, pero la madre llevaba con resignación la falta de líquidos, sin embargo no podía soportar el llanto del niño que se debatía entre sus brazos, ni la visión de sus labios resecos, ni sus demandas de agua que no podía satisfacer. El cansancio a veces le proporcionaba leves paréntesis en que los gritos del niño se mezclaban con sueños de agua fresca. Al principio mantuvo la esperanza en que pronto llegaría la ayuda y serian encontrados, e intentaba convencer al menor para que aguantara la sed. El tiempo pasaba en esa gruta negra donde el sol no llegaba. Los llantos se transformaron en roncos sollozos y estos en una respiración entrecortada. Desesperada por la idea de perder a su hijo, la mujer buscó a tientas por los escombros, entre los restos de lo que un día fue su casa. Encontró un trozo de cristal y con aferrandolo con fuerza se corto en el brazo, la sangre comenzó a manar mientras ofrecía el líquido a su hijo. El niño chupaba ávidamente su vida. Después ambos durmieron. Le despertó nuevamente los llantos del menor. Para acallarlo volvió a repetir la acción. El cansancio, la debilidad y la pérdida de sangre, la llevaron más allá de la realidad. Un pesado sopor se adueñó de ella. Soñaba que chillaba, un grito enorme que casi le abría las entrañas.
Un equipo de salvamento que aun permanecía por la zona percibió algo, si, parecía un grito que se elevaba entre los escombros, no podía ser hacia varios días que el terremoto se había producido y ya había peinado esa zona. Sin embargo varios de los integrantes coincidieron en su percepción y cavaron en el lugar del que parecía haber procedido. Tras un par de horas de sacar vigas y cascotes, encontraron por fin un par de cuerpos, un niño y una mujer inconscientes. La mujer tenía varias incisiones en sus brazos. Había restos de sangre en el suelo. Llevados a un hospital de campaña, ambos fueron salvados.
No se si la historia es cierta o es una leyenda urbana. Extraigo este relato como un ejemplo elevado de amor porque reúne ciertas características: es generoso, permite al individuo crecer y trascender sus propios límites. A diferencia del amor de pareja, es un amor que no espera devolución, que suele fluir fundamentalmente en un sentido y por ello es sublime.
CUESTIONARIO:
¿Qué es para ti el amor? ¿Qué características lo definen?
¿Encaja el anterior relato en tu definición?
¿Cómo sabes cuando amas a alguien?
¿El amor es necesariamente correspondido?
¿Crees que dura para siempre?
¿Existe el amor ideal?
¿Cómo y porque desaparece el amor?

jueves, 15 de enero de 2009

“nueve vacas”


Dos amigos marineros viajaban en un buque carguero por todo el mundo, y andaban todo el tiempo juntos. Así que, esperaban la llegada a cada puerto para bajar a tierra, encontrarse con mujeres, beber y divertirse.
Un día llegaron a una isla perdida en el Pacífico, desembarcaron y fueron al pueblo para aprovechar las pocas horas que iban a permanecer en tierra. En el camino se cruzaron con una mujer arrodillada en un pequeño río lavando ropa. Uno de ellos se detiene y le dice al otro que lo espere, que quiere conocer y conversar con esa mujer. El amigo, al verla y notar que esa mujer no es nada del otro mundo, le dice que para qué, si en el pueblo seguramente iban a encontrar chicas más lindas, más dispuestas y divertidas. Sin embargo, sin escucharlo, el primero se acerca a la mujer y comienza a hablarle y preguntarle sobre su vida y sus costumbres, cómo se llama, qué es lo que hace, cuantos años tiene, si puede acompañarlo a caminar por la isla.
La mujer escucha cada pregunta sin responder ni dejar de lavar la ropa, hasta que finalmente le dice al marinero que las costumbres del lugar le impiden hablar con un hombre, salvo que este manifieste la intención de casarse con ella, y en ese caso debe hablar primero con su padre, que es el jefe o patriarca del pueblo. El hombre la mira y le dice: “Está bien. Llévame ante tu padre. Quiero casarme contigo”.
El amigo, cuando escucha esto, no lo puede creer. Piensa que es una broma, un truco de su amigo para entablar relación con esa mujer. Y le dice: “¿Para qué tanto lío? Hay un montón de mujeres más lindas en el pueblo. ¿Para qué tomarse tanto trabajo?”.
El hombre le responde: “No es una broma. Me quiero casar con ella. Quiero ver a su padre para pedir su mano”.
Su amigo, más sorprendido aún, siguió insistiendo con argumentos tipo: “¿Tu estás loco?”, “¿Qué le viste?”, “¿Qué te pasó?”, “¿Seguro que no tomaste nada?” y cosas por el estilo.
Pero el hombre, como si no escuchase a su amigo, siguió a la mujer hasta el encuentro con el patriarca de la aldea. El hombre le explica que acababa de llegar a la isla, y que le venía a manifestar su interés de casarse con una de sus hijas. El jefe de la tribu lo escucha y le dice que en esa aldea la costumbre era pagar una dote por la mujer que se elegía para casarse.
Le explica que tiene varias hijas, y que el valor de la dote varía según las bondades de cada una de ellas, por las más hermosas y más jóvenes se debía pagar 9 vacas, las había no tan hermosas y jóvenes, pero que eran excelentes cuidando los niños, que costaban 8 vacas, y así disminuía el valor de la dote al tener menos virtudes.
El marino le explica que entre las mujeres de la tribu había elegido a una que vio lavando ropa en un arroyo, y el jefe le dice que esa mujer, por no ser tan agraciada, le obliga a aportar 3 vacas.
“Está bien” respondió el hombre, “me quedo con la mujer que elegí y doy por ella nueve vacas”.
El padre de la mujer, al escucharlo, le dijo: “Ud. no entiende. La mujer que eligió debe tener una dote de tres vacas, mis otras hijas, más jóvenes, nueve vacas”.
“Entiendo muy bien”, respondió nuevamente el hombre, “me quedo con la mujer que elegí y doy por ella nueve vacas”.
Ante la insistencia del hombre, el padre, pensando que estaba un poco loco, aceptó y de inmediato comenzaron los preparativos para la boda, que iba a realizarse lo antes posible.
El marinero amigo no lo podía creer. Pensó que el hombre había enloquecido de repente, que se había enfermado, que se había contagiado de una rara fiebre tropical. No aceptaba que una amistad de tantos años se iba a terminar en unas pocas horas. Que él partiría y su mejor amigo se quedaría en una isla perdida del Pacífico.
Finalmente, la ceremonia se realizó, el hombre se casó con la mujer nativa, su amigo fue testigo de la boda y a la mañana siguiente partió en el barco, dejando en esa isla a su amigo de toda la vida.
Un día el itinerario de un viaje lo llevó al mismo puerto donde años atrás se había despedido de su amigo. Estaba ansioso por saber de él, por verlo, abrazarlo, conversar y saber de su vida. Así que, en cuanto el barco amarró, saltó al muelle y comenzó a caminar deprisa hacia el pueblo.
“¿Dónde estaría su amigo?, ¿Seguiría en la isla?, ¿Se habría acostumbrado a esa vida o tal vez se habría ido en otro barco?”
De camino al pueblo, se cruzó con un grupo de gente que venía caminando por la playa, en un espectáculo magnífico. Entre todos, llevaban en alto y sentada en una silla a una mujer bellísima.
Todos cantaban hermosas canciones y obsequiaban flores a la mujer y esta los retribuía con pétalos y guirnaldas.
El marinero se quedó quieto, parado en el camino hasta que el cortejo se perdió de su vista. Luego, retomó su senda en busca de su amigo. Al poco tiempo, lo encontró. Se saludaron y abrazaron como lo hacen dos buenos amigos que no se ven durante mucho tiempo.
El marinero no paraba de preguntar: “¿Y cómo te fue?, ¿Te acostumbraste a vivir aquí?, ¿Te gusta esta vida?, ¿No quieres volver?” Finalmente se anima a preguntarle: “¿Y como está tu esposa?”
Al escuchar esa pregunta, su amigo le respondió: “Muy bien, espléndida. Es más, creo que la viste llevada en andas por un grupo de gente en la playa que festejaba su cumpleaños”.
El marinero, al escuchar esto y recordando a la mujer insulsa que años atrás encontraron lavando ropa, preguntó: “¿Entonces, te separaste? No es la misma mujer que yo conocí, ¿no es cierto?”.
“Sí” dijo su amigo, “es la misma mujer que encontramos lavando ropa hace años atrás”.
“Pero, es muchísimo más hermosa, atractiva y agradable, ¿cómo puede ser?”, preguntó el marinero.
“Muy sencillo” respondió su amigo. “Me pidieron de dote 3 vacas por ella, y ella creía que valía 3 vacas. Pero yo pagué por ella 9 vacas, la traté y consideré siempre como una mujer de 9 vacas. La amé como a una mujer de 9 vacas. Y ella se transformó en una mujer de 9 vacas”.
Cuando alguien nos valora y nos estimula, con sinceridad y amor, obramos cambios impensados...
REFLEXIONA:
¿Qué crees que le atrajo de la mujer?
Haz una lista de cosas que te atraen de otras personas.
¿Por qué se empeña en dar más vacas de las que le piden?
¿Qué crees que pensaba la mujer al principio de la historia? ¿y al final?
¿Cómo definirías el amor?
¿En qué hechos se manifiesta el amor?