jueves, 5 de marzo de 2009

La sopa más exquisita del mundo


En un pequeño pueblo una mujer se llevó una gran sorpresa al ver que llamaba a su puerta un extraño correctamente vestido que le pedía algo de comer.
Lo siento, dijo ella, pero ahora mismo no tengo nada en casa.
No se preocupe, dijo el extraño, tengo una piedra de sopa en mi cartera. Si usted me permitiera echarla en una olla de agua hirviendo, yo haría la sopa más exquisita del mundo.
Presa de la curiosidad, la mujer consiguió la olla y la puso al fuego. Luego les fue a contar el secreto a sus vecinas, que acudieron enseguida para ver a aquel extraño y su sopa de piedra.
El extraño dejó caer la piedra en el agua, luego probó una cucharada con verdadera delectación y exclamó:
¡Deliciosa! Lo único que necesita es unas cuantas patatas….
Yo tengo unas patatas en mi cocina, gritó una mujer.
Y en pocos minutos estaba de regresó con una gran fuente de patatas peladas que fueron derecho a la sopa. El extraño volvió a probar el brebaje.
Excelente, dijo, si tuviéramos un poco de carne, haríamos un cocido más apetitoso. Otra ama de casa salió disparada y regreso con un pedazo de carne que el extraño, tras aceptarlo, cortésmente, introdujo en el puchero. Cuando volvió a probar el caldo, puso los ojos en blanco y dijo:
¡Ah, qué sabroso! Si tuviéramos unas cuantas verduras, sería perfecto, absolutamente perfecto,…
Una de las vecinas fue corriendo hasta su casa y volvió con una cesta llena de cebollas y zanahorias. Después de introducir las verduras en el puchero, el extraño probó nuevamente la sopa y con tono autoritario, dijo: la sal. Aquí la tiene, dijo la dueña de la casa.
A continuación dio la orden: platos para todo el mundo.
La gente se apresuró a ir a sus casas en busca de platos. Algunos regresaron trayendo pan y frutas.
Luego se sentaron a disfrutar de la espléndida comida, mientras el extraño repartía abundantes raciones de su increíble sopa.
Todos se sentían extrañamente felices mientras reían, charlaban y compartían por primera vez su comida. En medio del alborozo, el extraño se escabulló silenciosamente, dejando tras de sí la milagrosa piedra que ellos podrían usar siempre que quisieran hacer las sopa más deliciosa del mundo….

REFLEXIONA:
¿ En qué consiste el “poder” de la piedra?
¿Cuántas veces has compartido cosas con otras personas? ¿Cómo te has sentido?
¿Por qué no compartimos más a menudo lo que tenemos?
¿Qué entiendes por solidaridad?
¿Qué es lo más importante que podemos compartir?

1 comentario:

Cristian Mackenna dijo...

yo saco en conclusion que la humanidad esta(mos) bien como las pelotas, pues es necesario andar inventando piedras y pedirle a las personas que reflexionen para que talvez y muy remotamente posible las personas sean mas solidarias entre ellas.