viernes, 16 de enero de 2009

Cuento numero dos: El amor.
No creo que exista un tema que haya servido de mayor inspiración que el amor. El número de cuentos y relatos sobre el amor es prácticamente infinito. Sobre el amor caben muchas visiones, amor platónico, amor pasional, amor enfermizo, amor universal…De entre esta multiplicidad y diversidad de visiones he rescatado esta historia que una vez me contaron. Se supone que está basada en un hecho real, que se produce tras el terremoto que hace unos años afectó a Turquía y oeste de Irán.
Tras un gran terremoto quedan muchas victimas atrapadas entre los escombros, cada una de ellas es un drama personal cuyo final es incierto y que encierran grandes milagros y grandes infiernos.
Entre ellas se encuentra la historia de una madre que quedó atrapado en un pequeño hueco con su hijo de poco más de un año. Después de un par de días, la situación comenzó a hacerse desesperada. Ambos estaban sedientos, pero la madre llevaba con resignación la falta de líquidos, sin embargo no podía soportar el llanto del niño que se debatía entre sus brazos, ni la visión de sus labios resecos, ni sus demandas de agua que no podía satisfacer. El cansancio a veces le proporcionaba leves paréntesis en que los gritos del niño se mezclaban con sueños de agua fresca. Al principio mantuvo la esperanza en que pronto llegaría la ayuda y serian encontrados, e intentaba convencer al menor para que aguantara la sed. El tiempo pasaba en esa gruta negra donde el sol no llegaba. Los llantos se transformaron en roncos sollozos y estos en una respiración entrecortada. Desesperada por la idea de perder a su hijo, la mujer buscó a tientas por los escombros, entre los restos de lo que un día fue su casa. Encontró un trozo de cristal y con aferrandolo con fuerza se corto en el brazo, la sangre comenzó a manar mientras ofrecía el líquido a su hijo. El niño chupaba ávidamente su vida. Después ambos durmieron. Le despertó nuevamente los llantos del menor. Para acallarlo volvió a repetir la acción. El cansancio, la debilidad y la pérdida de sangre, la llevaron más allá de la realidad. Un pesado sopor se adueñó de ella. Soñaba que chillaba, un grito enorme que casi le abría las entrañas.
Un equipo de salvamento que aun permanecía por la zona percibió algo, si, parecía un grito que se elevaba entre los escombros, no podía ser hacia varios días que el terremoto se había producido y ya había peinado esa zona. Sin embargo varios de los integrantes coincidieron en su percepción y cavaron en el lugar del que parecía haber procedido. Tras un par de horas de sacar vigas y cascotes, encontraron por fin un par de cuerpos, un niño y una mujer inconscientes. La mujer tenía varias incisiones en sus brazos. Había restos de sangre en el suelo. Llevados a un hospital de campaña, ambos fueron salvados.
No se si la historia es cierta o es una leyenda urbana. Extraigo este relato como un ejemplo elevado de amor porque reúne ciertas características: es generoso, permite al individuo crecer y trascender sus propios límites. A diferencia del amor de pareja, es un amor que no espera devolución, que suele fluir fundamentalmente en un sentido y por ello es sublime.
CUESTIONARIO:
¿Qué es para ti el amor? ¿Qué características lo definen?
¿Encaja el anterior relato en tu definición?
¿Cómo sabes cuando amas a alguien?
¿El amor es necesariamente correspondido?
¿Crees que dura para siempre?
¿Existe el amor ideal?
¿Cómo y porque desaparece el amor?

1 comentario:

Tristan dijo...

Dos alumn@s de 3ºC contestaron las preguntas después de haber leído este cuento. Sus respuestas fueron las siguientes:
Pregunta 1: -Es querer a las personas y confiar en ellas.
- Es un sentimiento muy grande que no se puede explicar con palabras.
Pregunta 2: las respuestas coinciden "sí".
Pregunta 3: - Quieres verl@ todo el tiempo y estar con esa persona.
- Quieres a esa persona y le tienes un cariño muy especial, deseándole siempre lo mejor.
Pregunta 4: Si es correspondido, sí.
Pregunta 5: Si es verdadero, sí.
Pregunta 6: -Sí.
-No.
Pregunta 7: -Porque ya no te llevas bien, empiezas a hacer cosas que no te apetecen y el amor se acaba.