martes, 10 de noviembre de 2009

AMEBA

El movimiento de una ameba se produce por una sucesión constante de expansiones y contracciones. La vida de cualquier individuo se fragua en el inestable equilibrio entre el instinto de seguridad que le hace permanecer en los sitios conocidos y el instinto de supervivencia, de búsqueda de nuevos recursos que puedan sustentar su vida. La curiosidad, la búsqueda de lo nuevo tiene ventajas alimenticias, económicas, culturales…, incluso vitales, pero también innumerables riesgos para la vida del individuo. El espacio desconocido está lleno de peligros para su vida. Sin embargo, los individuos atraídos por lo nuevo permiten la adquisición de nuevos descubrimientos y técnicas para la comunidad. Por otro lado, los hombres y mujeres decantados por la seguridad probablemente contribuyan decisivamente a la supervivencia de la misma.

Las sociedades también se mueven presas de esta dicotomía. Por un lado, la atracción de lo foráneo, de los elementos que caracterizan a otras culturas y la posibilidad de que tras su asimilación o interacción, puedan progresar y adaptarse a un mundo en constante cambio. Por otro lado, las culturas cerradas posibilitan una amplia pervivencia de rasgos culturales, forman sociedades homogéneas y dotadas de un fuerte sentimiento de permanencia del individuo al grupo que contribuye a la supervivencia de ambos. El equilibrio entre las tendencias endógenas y exógenas es extremadamente difícil, plasmado con demasiada frecuencia en conflictos más o menos violentos, cuya manifestación más exagerada es la guerra.

¿Cómo aprenden los individuos y sociedad a vivir equilibradamente entre endogamia y exogamia, entre el contacto con el otro y la seguridad de nuestras raíces?¿Cómo cerrar las puertas al campo? ¿Cómo evitar las masivas mareas humanas en busca de una vida más digna?.... Babel no espera ofrecer respuesta a estas acuciantes preguntas, sólo pretende convertirse en una voz de esta marea humana que atraviesa las fronteras, no sólo las humanas y nos ofrece ese seductor y a la vez arriesgado viaje hacia la riqueza multicultural. Las voces que emite son jóvenes y con un dominio lingüístico del castellano desigual. La temática se ajusta a sus intereses. La producción, los contenidos no son realmente lo importante. Lo fundamental es la voluntad de ser y comunicar, de prestar la voz a los miles de acentos, de esquinas que caracterizan lo humano.

Tal como la ameba se mueve, oscilando entre concentración y apertura, los seres humanos y las sociedades se adentran con miedo, pero también con ilusión en este viaje emocionante hacia nuestro futuro evolutivo.
Tristán