jueves, 28 de mayo de 2009

EL VIAJERO

Érase una vez un viajero que hizo un largo, largo viaje. Durante el viaje experimentó soledad, sufrimiento, alegría, …
Disfrutó de bellos paisajes y de personas maravillosas. Se entristeció con la naturaleza maltratada y las personas falsas.
Se esforzó para alcanzar las metas de cada día y, poco a poco, fue cambiando. Fue haciéndose cada vez un poco más sabio.
Llegó un día que no recordaba hacia donde iba, cuál era su destino, pero le daba igual, había aprendido que lo importante no era el destino, la meta, si no el camino recorrido, las experiencias vividas, la felicidad que había experimentado y que había contribuido a crear. Entonces se le ocurrió ponerle un nombre a su viaje, le llamó VIDA.

AUTOR: Ángel Miguel Bermúdez Hernández


REFLEXIONA:

- ¿Qué es para el viajero la vida? ¿Y para ti?
- ¿Qué es lo más importante en la vida?
- ¿Por qué es importante cualquier vida?

martes, 26 de mayo de 2009

El sentido de la vida: naufragio

Iban dormidos en el barco. La tormenta los pilló desprevenidos. Cuando se despertaron, el fuerte oleaje había desmembrado el barco como si de un juguete se tratara. Pasaron del sueño a encontrarse empapados. Inconscientemente trataron de ponerse en pie, recoger sus cosas o llamar a sus seres queridos pero el fragor de los gritos y llantos se mezclaba con el tumulto de las olas y el crujir de las maderas al desgarrarse y abandonar el lugar donde habían servido largos años. El barco se hundió con su amasijo de cables, jarcias, velas, y gritos de aquellos que fueron arrastrados por la inmensidad.
los supervivientes se desperdigaron sobre las encrespadas aguas. Algunos siguieron gritando el nombre de sus madres, esposos, hijos...pero la tormenta se lo tragaba todo en su espanto desatado.
Sin embargo, el cielo comenzó a aclararse por el este y poco a poco, las nubes y la lluvia se dispersaron. El mar seguía moviéndose como un animal encabritado. Grandes montañas de agua, dejaban entre si profundos valles de calma, en un vaivén enloquecido.
Algunos náufragos aprovechaban esos breves momentos en la cima del agua para vislumbrar el horizonte, así descubrieron el perfil de una isla se recortaba contra la media luz de la mañana.
Pero no todos miraron alrededor. Algunos solo pensaban en aquellos a los que habían abandonado. Se concentraban en el peligro que les acechaba y en lo perdido. En aquellos que no volverían a ver. Poco a poco, a media que su mente se llenaba de derrota y su cuerpo de cansancio
se hundían en la profundidad azul y fría.
Los que habían atisbado la posibilidad de salvación nadaron raudos hacia esa tierra que se intuía en la cima del oleaje. Muchos luchaban con desesperación, mas rápidos de lo que su propio cuerpo podía aguantar, hasta que caían fulminados. Con los músculos agarrotados y totalmente agotados, se hundían con el horror reflejado en sus mejillas.
Al final solo unos pocos, aquellos que habían sabido ver en los pocos momentos en que se encontraban en la cresta de la ola, aquellos que nadaron en la dirección correcta, aquellos con la suficiente fuerza para llegar pero con la necesaria inteligencia para no avanzar más deprisa de lo que podían, llegaron a la playa. Durmieron, todo lo que sus mermadas fuerzas necesitaron.
Al día siguiente, el sol salió sobre algunos que se aprestaron a seguir esforzándose por sobrevivir.

1.¿ Qué sentido tiene para ti esta historia?
2.¿Es suficiente esforzarse para que te vaya bien en la vida?
3.¿Tenían los náufragos una idea clara de hacia donde iban?
4.¿Tenemos una idea clara de hacia donde vamos en la vida?
5.¿ Cual es tu actitud hacia las dificultades, esforzarte o abandonar? ¿ ir muy deprisa o encontrar tu propio ritmo?

jueves, 7 de mayo de 2009

LA HISTORIA DE LAS ÁGUILAS

Cansada, sin fuerzas para afrontar lo que vendría, pensé que si visitaba a mis amigos, ellos con su sabiduría podrían contarme algo que me distrajera de tanto dolor que lastimaba mi alma.

Me invitaron a sentarme alrededor de una hoguera en la que usualmente acostumbran a dar calor a sus encuentros, y el jefe que por cierto siempre sabe leer mi alma, me dijo que tenía hoy algo que compartir conmigo, la historia de las águilas.

Sus alas abren tan esplendidas en vuelo, que parecen acariciar el cielo, su vista es aguda y perfora hasta las aguas para hallar sus alimentos que sus garras con firmeza lo sostienen, viven muchos años la reina de los cielos, pero así como la ves tan altiva, cuando están llegando a los cuarenta, sus plumas pesan tanto que no les permite el vuelo, su pico se deforma, sus garras ya no sostienen.

Entonces me contaba este indio amigo, mientras con un tronco removía las brasas, que ellas tienen dos caminos, o dejarse morir, o partir a la montaña, solo las valientes, eligen el segundo y para eso hace falta mucha agalla.

Saben que los próximos meses serán muy intensos, con dolores, llegan a lo alto de unas rocas, con esas plumas que saben harán su ultimo vuelo, su pico lo golpean con las rocas, hasta sacarlo y que nazca otro nuevo, después de ese proceso tan doloroso, sus garras se las sacan con el pico nuevo, tienen y saben que comenzar con otras, estas no le servían ya para la caza, al mismo tiempo, con un dolor profundo, entre gritos valientes se despluman, a la espera de que esas alas tan pesadas se reemplacen con las nuevas, en el proceso se mantienen vivas porque las águilas más viejas le llevan alimentos.

Me ofreció una manta mi amigo. “Te sabrás proteger de estos fríos” dijo, y continuó su relato, “... cuando después de varios meses la transformación termina, las águilas van a seguir volando, por otros cuarenta años, pero ya renovado su plumaje, su pico vuelve a ser como el de antes, sus garras aprietan con firmeza, y ella después de esta experiencia, con esplendor vuela a lo alto de su reinado entre nubes y montañas”.

Nos quedamos en silencio, solo pensando, hasta el amanecer mirando al cielo. Mi amigo, otra vez con sus historias, me había traído un mensaje para el alma.

REFLEXIONA.

1. ¿Has entendido la historia? Explícala con tus propias palabras.
2. ¿Has estado alguna vez en la misma situación que el águila?
3. Cuando te sientes sin fuerzas, ¿qué camino eliges?